Estimados compañeros:
Quiero compartir una pequeña reflexión sobre las Jornadas que asistimos durante los días 10 y 11 de noviembre. Los temas tratados en las diferentes mesas fueron profundamente abordados, enriquecieron mi perspectiva de la crisis económica que atraviesa España y coincidimos con muchos compañeros en lo oportuno de este evento.
Muchos de ustedes abordarán en sus blogs los diferentes temas
tratados y compartiremos comentarios adicionales sobre los mismos. Por mi
parte, sin afectar lo valioso de este evento,me limitaré a
un pequeño comentario sociológico y que tiene que ver con los dos principales conferencistas
de las Jornadas: Emilio Ontiveros y Rafael Myro.
Debo confesar que, en mi caso y en el de otros compañeros
extranjeros, fue la primera vez que tuvimos el agrado de escuchar a tan
elocuentes académicos que hacían eco de tan extensas y elogiadas
presentaciones.
En estas Jornadas (y debió ser así en versiones anteriores) no
todos los expositores coincidieron en sus puntos de vista sobre la actual
crisis, unos optimistas y otros pesimistas. El hecho es que Emilio Ontiveros y
Rafael Myro habían participado en versiones anteriores de estas jornadas en las
que habían presentado independientemente sus criterios personales y que, según sus
propias palabras, no lograron acertar con lo que realmente está sucediendo en
la economía actual española. En concreto, en dichas ocasiones se habían
equivocado.
Estos yerros no pueden, de ninguna manera, negar toda una
trayectoria académica que sin duda la tienen. Sin embargo, posiblemente se hubiera
conseguido aún mejores resultados de las Jornadas si el protagonismo, las
conferencias centrales, las hubieran concedido a aquellos economistas que
efectivamente advirtieron los problemas de esta crisis. En todo caso, una excelente experiencia académica que esperamos persista.